Me
sigue picando la curiosidad
de
buscar de otra manera,
nada
que ver con lo que pasa fuera
y
no se trata mas que de observar
lo
que dice tu corazón al respirar.
Y
dice que eres un animal que vuela.
Bajar
del desván, despacito por la escalera
y
quemar mis recuerdos en esa hoguera
que
antes quemaba y ahora calienta
y
aullenta la oscuridad.
Nada
que contar,
nada
se me queda,
meto
primera y voy marcha atrás.
Me
entrego y es primavera
cuando
mi cabeza deja de pensar,
que
soy yo el que interesa
y
cesa mi hostilidad contra la belleza,
que
siempre es total.
Ya
es un tema personal
descubrir
como se acerca
lo
que es el bien al mal
y
luego ver cómo se aleja
para
no volver (ja)más.
Todo
se presenta en hilera,
primero
delante, luego detrás
y
la última en pasar es la primera
que
empieza a jugar
cuando
sueña
que
no tiene rival.
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