martes, 31 de marzo de 2020

Siempre





Recurrente,
prestando atención al presente.
Sentirte inmensamente fuerte
con el corazón al frente.

Urgente!
Mi sangre es caliente...
Observo el sueño vigente.
Vivo! No hay mayor aliciente.
Decido porque mi alma se enciende,
mi cuerpo es mero asistente.

Consciente,
nada me es indiferente,
aunque todo es aparente
dentro de ésta corriente
que emerge de la simiente
en forma contundente.

Consecuente,
dejo que pase el siguiente,
otro componente resplandeciente
del universo incandescente.
Lo amo naturalmente.

Concluyente.
Dejo que el amor me represente
sin más vertientes ni accidentes
porque plácidamente lo sientes
como escenario vigente.
Sólo mi mente miente.

Vente
al lado que parece abstenerse
de conflictos grandilocuentes.
Aquí no hay gerentes ni nadie que atente
contra el reluciente sol naciente.

Imponente
es exponerte en tu ambiente
como fuente, como torrente
del amor candente
que tiende el puente
entre lo desconocido y lo trasparente,
entre el olvido y lo renaciente.

Sorprendente
es lo inminente
la respiración más sorprendente,
igual o diferente
vital e influyente
de una vida emergente
sin sobras ni escedentes.
 Amor como contenido y continente,
universal y prominente
dentro de su halo envolvente.
Siempre...siempre.