Hoy me encontre al diablo cara a cara,
buscaba en los cajones de mi alma
algo con lo que jugar
y al abrir el candado
vio que aquello rebosaba,
se sintio como en su casa
y no le pude echar.
Se paso alli un buen rato
urgando, escarbando y mirando los trapos
que no habia sabido limpiar.
Y al abrir otro candado,
se quedo asombrado,
aquel era su hogar.
Vacio. Y me dejo vacio
sin aliento, sin luz, sin alimento.
Solo con este verso
que encontre perdido
entre tanto tormento.
Abrio tambien el cajon de las sombras,
soplo debajo de la alfombra
y la lleno con migas de pan
para que salieran las moscas
que revoloteaban revoltosas
en ambiente familiar.
Hoy me encontre cara a cara con el diablo
pero poco pude hablar con el
al estar tan ocupado
me trato como un esclavo
y yo cai en su red.
Es extranyo de entender,
pero en un ligero suspiro
en el que tuvo un descuido,
actue con rapidez
para darle un puntapie
en el lugar preciso
para ponerme del reves,
mostrar mi poderio
y verle salir por pies.
Vacio. Y me dejo vacio
sin temores, sin juicios ni rencores
porque al jardin de los horrores
le saco ahora mas brillo
y es un sitio entretenido
donde ya no hay batallones
sino bosques que ahora cuido.
