Proceso
de aprendizaje,
de
cosas que entran y otras que salen.
Me
estiro hacia dentro
para
dar cabida a lo que siento
que
no es ni malo ni bueno,
es
un simple encuentro
con
cada preciso momento,
en
la distancia entre el vacío y el suceso,
sin
entendimiento,
donde
se acerca el placer al sufrimiento,
conceptos
para satisfacer a tu cabeza,
que
no puede entender la simpleza de no hacer,
o
de hacer creyendote ellas.
Que
nada es repetido,
cada
latido tiene su importancia
para
mantener en cada uno la vida
y
sus circunstancias
y
su energía
para
observar las cosas sencillas
como
una flor, un olor
o un hoyuelo pegado a tu mejilla,
o un hoyuelo pegado a tu mejilla,
directamente
desde tu corazón.
O
el espacio entre el vacío y tu risa
para
rellenarlo con las caricias
que
sólo nos da el amor.
Y
subido a la rueda que gira y gira,
aprecias
la belleza de la vida,
que
no es mas que ese espacio en tu interior.
Y
en esa partida, tú eres tu dueño
y
las novedades, constantes
para
llevar a cabo tus proyectos
donde
lo único seguro es el movimiento incesante
y
las imágenes, tu propio cuento,
que
es puro arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario