Lánguidos parajes de mis recuerdos
me mienten con embustes decadentes,
con vagos retratos efervescentes
de pasados negros creídos cuerdos.
Pálidos paisajes de mis anhelos
que retuercen a mi ego intrascendente
se crecen esculpidos por mi mente
y entorpecen el surcar de los cielos.
Cálidos pasajes brinda el ahora
cuando se huye de apegos y añoranzas
exhibiendo luz clara y cegadora.
Sin medias mentiras ni adivinanzas
de lo que es la vida redentora
que es amor, paz y bienaventuranzas.
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