INVERSO LIBRE (con audio)

En vez de emprender la ruta directa
camino dando tumbos
sin ir el línea recta
desatando los nudos
de ésta mi alma inquieta.

No cojo atajos,
no llego lejos.
Observo quieto
para ver que es el universo
el que pone en orden lo malo y lo bueno.

Me sumerjo en el abismo
y descubro el secreto
de que todo eso es lo mismo,
que lo prohibido por decreto
no tiene sentido,
 que todo lo que temo
y que en mí ha surgido
es puro y duro miedo
a descubrirme a mí mismo
sin recuerdos ni proyectos,
sin prejuicios ni tormentos.
Sólo desnudo y limpio,
sincero, crudo y abierto.

Escucho en el vacío
que me dicta el silencio
y ahondo en el hastío
que encierro en medio del cuerpo.
Lo aparto y vuelvo,
girando a lo desconocido
dejándome ir y fluyendo.

Me tengo sorprendido
del laberinto al que me he sometido
y al fin comprendo
que el amor lo llevo dentro,
que no existe ni el espacio ni el tiempo
y que ese llamado infierno es el miedo
que me tenía oprimido.

Me libero de ese antigüo credo
para amar todo lo que veo,
que soy calor y no hielo,
que al mar y al sol estoy unido,
y que sin temor, me alejo del suelo.

Para poder sentir que soy un ser vivo
y poder volver a ser NIÑO
porque ellos son los dueños
del reino de los cielos.